lunes, 30 de enero de 2012

Stone!

Digamos que he vuelto a tropezar con la misma piedra. ¿Y qué? La gente no lo comprende, se trata de mi piedra, yo decido si quiero pasar todos los días por el mismo camino y encontrarme con ella. Al fin y al cabo, es más cómodo tropezarse con la misma piedra, te acabas acostumbrando a la caída, y por lo menos puedes decir que algo es tuyo de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario