jueves, 14 de marzo de 2013

Una semana


Un día te despiertas y sientes que todo sigue igual, que nada ha cambiado y que tu eres el mismo. Es lunes, otro lunes mas, en el que, como todos, tienes muchos cosas por hacer y muchos problemas por resolver. Maldices y logras levantarte de la cama, es tu rutina diaria; desayunas mientras que intentas hacerte a la idea de lo que te espera ese día, otra batalla. Estas cansado de esta guerra sin nombre, sin objetivo. Te paras a pensar y te das cuenta de que no sabes por que estas luchando, no sabes que es lo que quieres, quien eres, ni adonde vas; te encuentras perdido en un mundo donde hoy se juegan unas reglas y mañana otras totalmente diferentes. No haces mas que desear que acabe ese día, que llegue un mañana, para que, cuando llegue el día siguiente, vuelvas a lo mismo.
Llego el odiado lunes, comienza la semana, una semana que sera exactamente igual que la anterior y que la siguiente, y estaremos deseando que acabe ya. Se escuchan los típicos “estoy fatal”, “me amargo”, “que asco de todo”, “todo me pasa a mi” y tal, para dar a entender nuestra mala suerte, sin darnos cuenta de que somos mas afortunados de lo que creemos. De nada sirve contar tu tristeza, tu malestar, nadie podrá entenderte como tu mismo, los consejos? sí, claro que se necesitan, pero sinceramente tú no los tomas hasta que,dentro de ti, te das cuenta de que hay que actuar así, no lo haces por quien te lo dice, sino por lo que tu crees que es mejor.
A lo largo del día, te das cuenta de que todo ha cambiado, no es un lunes cualquiera, es un día especial, que marcara un antes y un después en tu vida y, aunque suene exagerado, también en el mundo. Nada es igual que ayer, ni volverá a ser así, incluso tu has cambiado, seguirás siendo el mismo, porque eres tu y, al mismo tiempo, no lo eres. Ya estas harto, quieres dar un cambio, pero sigues haciendo lo mismo, sabes que tienes que cambiar, pero no sabes ni como ni en que.
Pasan las horas, llega el martes y tu aun igual. Continuas con tu vida, pero digamos que el primer paso ya esta hecho, ya has decidido que quieres cambiar, tienes tu meta, tu objetivo, tan solo queda trazar el camino. Si, parece que ahora viene lo peor, pero no es así.
Miras atrás, y, que ves? Ves paginas de un libro, todas escritas y cada una de ellas te recuerdan tu pasado, un pasado donde perdonaste errores imperdonables, intentaste sustituir a personas insustituibles y olvidar a inolvidables, donde actuaste por impulsos, donde te decepcionaste de personas que nunca creíste que te decepcionarían, al igual que habrás decepcionado a otras muchas, abrazaste a quien no debías, rechazaste a la persona equivocada, aprendiste a reír cuando era imposible, gritaste y saltaste de alegría, al igual que creaste mares de lagrimas al recordar viejos momentos con música o viejas fotos, tuviste miedo de perder a alguien y al final lo perdiste, fuiste criticado y tu autoestima llegaba a ser subterránea... Pero, mírate, estas vivo, estas aquí sonriendo, aun te quedan paginas en el libro, no se sabe cuantas, pero aunque sean dos lineas mas podrás escribir. Si, me gusta pensar que la vida es como un libro, va por capítulos, y tal vez, esta mala etapa por la que pasamos no es mas que un capitulo que se nos hace largo y pesado. Sin embargo, la vida es una caja de sorpresas, o sea, puede que un capitulo parezca el fin de la historia, el final de un cuento de hadas, pero resulta que pasas la pagina y así, como por arte de magia, de la nada, aparece otro capitulo, donde te das cuenta que el capitulo anterior solo fueron palabras convertidas en recuerdos y que te marcaran el resto de tu libro.
Es miércoles. Llevas mucho tiempo engañándote, sufriendo, llorando a escondidas, en silencio, por dentro; mientras, cuando sales, te pones una de tus mejores sonrisas. Tal vez, no es por el miedo del que dirán, sino porque quieres obligarte a ver las cosas de otra manera, creo que es mas por el “que hago conmigo?”. Estas cansado de verlo todo gris, de no ver mas que sonrisas superpuestas, miradas que no aguantaran por mucho mas tiempo las lagrimas y a lo lejos, ves la ilusión, tan lejos, que es prácticamente imposible alcanzarla.
Llega el jueves. Sabes que es hora de cambiar, de empezar a disfrutar de las pequeñas cosas, de la vida, de los pequeños detalles, que son los que marcan las diferencia, de dejar a un lado las preocupaciones, los problemas y demás, para ser felices, aunque sea solo un momento. Te levantas con el propósito de poner en practica el “HAKUNA MATATA”, convencido de que “ningún problema puede hacerte sufrir”, tu eres fuerte y sabes que hay que luchar, que te caerás miles de veces, pero te da igual. No te importa que el camino sea difícil, solo quieres que sea posible.
Viernes. Ya queda poco para acabar la semana. Y te surge una duda: “en que piensas?”, es una pregunta que nos hacemos continuamente mientras pensamos. Seguro que, como mínimo, una vez al día, desearías saber que piensan aquellas personas que te rodean, sobre todo si tus actos influyen sobre ellos. Pero no creo que eso sea adecuado, vuelve a mirar atrás, y ponte a pensar que si todas las sorpresas de tu libro, sean malas o buenas, hubieran tenido lugar, de haber sabido que ocurrirían. Creo que no me equivoco al decir que si no todas, la gran mayoría de ellas no se hubieran hecho realidad. Cuántas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas? Borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces no hemos deseado volver a tener 5 años? Vivir todo de nuevo, recuperar lo que perdimos o lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos, simplemente no esperan nada del tiempo, no les importa avanzar o retroceder, en el tiempo. Si deseáramos comenzar de nuevo todo, cambiar nuestro pasado,cuántas cosas no perderíamos? Que seria de esos recuerdos que tenemos de cuando de pequeños, intercambiábamos pegatinas, o cuando hacíamos nuestras trastadas, o nuestras peleas por ver quienes eran policías y quienes eran los ladrones? O mas adelante, de nuestras primeras excursiones a dormir, los primeros amores, las primeras decepciones, o las primeras alegrías? Piénsalo, quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar de alegría, o de dolor, los abrazos de las madres que nos dicen “todo saldrá bien” o “estoy aquí”, esas risas que te echaste con los amigos ese fin de semana, todos esos recuerdos, de verdad quieres que desaparezcan? Que quieres, comenzar una nueva vida o acabar con otra llena de recuerdos? Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
Llego el sábado. Quien no tiene sueños? Todos necesitamos tener sueños, sueños que nos lleven a lugares inexplorados, sueños que nos hagan sentir libres, que nos lleven a lugares mágicos donde podamos hacer volar nuestra imaginación, que nos hagan felices, que nos lleven a lugares donde no haya limites, porque los limites los pones tu. Lugares donde las únicas barreras sean las de tu corazón, donde los muros son restos de lo mal que lo has pasado hasta entonces. Y, sabes? Para bien o para mal, siguen siendo sueños, pensamientos, ilusiones y esperanzas, son historias contadas por tu corazón, por ese yo interior que quería cambiar, que estaba cansado de la realidad. Pero, como en todo, hay un fin, pronto habrá que abrir los ojos y bajar a la realidad, donde los lugares pierden las magia y tu imaginación no te permite volar, porque no hay ilusión, ni esperanzas. Sientes que es lunes y no es así. La realidad es dura, al igual que la vida, pero no hay nada que con los sueños no puedas cambiar, que con la esperanza no puedas lograr y que con la ilusión no puedas transmitir.
Es domingo. El tan deseado domingo. Allí es cuando aprendes que nunca debes dormir sin un sueño, ni levantarte sin motivo. No vivas por vivir, vive porque vas a morir, recuerda que ningún día sera igual que el anterior, por mucho que se parezcan, y que nadie sera igual a ti. Solo habrá alguien capaz de hacerte feliz de por vida, y ese alguien, eres tu. Recuerda también, que nada es imposible, si realmente crees en ello; que antes de convencer a los demás, debes convencerte a ti mismo de que sera así. Cree en ti y en el mundo, porque el mundo necesita abrazos, necesita nuevas ilusiones, nuevas alegrías, palabras que nos den fuerzas para seguir adelante, necesita acciones que nos lleven a creer que todo es posible, necesita una estrella que sirva de guía, en definitiva, el mundo necesita esa ilusión, te necesita a ti. 

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